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El inmenso desgaste de ser controlador (a)

Una personalidad controladora es aquella orientada a intentar evitar que sucedan acciones que se desvíen de sus expectativas para lo cual invierte energía y tiempo en asegurar que esto no pase, cuando el ánimo es controlar, la persona suele pasar su vida girando instrucciones sobre lo que deben hacer, como y cuando.

Ahora bien, ¿qué hace que una persona sea controladora? Y la respuesta es el miedo, el temor a fracasar, por lo que estamos hablando de inseguridad que los lleva a permanecer además en un estado de insatisfacción constante porque sus expectativas de perfección no solo pueden ser cubiertas en la mayoría de los casos sino que además es una carga muy pesada pasar la vida intentando controlarte a ti mismo, a los demás y a las circunstancias.

Un controlador(a) suele ser altamente sensible ante su entorno, el cual suele ver como algo amenazante y peligroso si no es controlado, por lo que el control se transforma así en un mecanismo de defensa que lo lleva a vivir con angustia y estrés y por supuesto le impide estar desde el disfrute del fluir de la vida.

Lo cierto es que no podemos controlar muchas de las situaciones de la vida y menos aún los pensamientos, sentimientos y acciones de los demás, además que si se pudiera sería realmente mutilador hacia los otros; pero, la buena noticia es que si puedes intervenir en tus propios pensamientos, sentimientos y acciones y ese debe ser el enfoque, hacia adentro no hacia afuera.

Unos consejos que pueden ayudarte a manejar esa necesidad de controlar son los siguientes:

  • Concientizar: entender que tu responsabilidad es contigo en lugar de con lo que piensan sienten o hacen otros

  • Revisa tus pensamientos: quizás te dejes invadir por pensamientos negativos y crees historias de cosas terribles que pueden pasar; de ser así te invito a trabajar con perseverancia para crear el hábito de generar posibilidades alentadoras, positivas y que aún en el peor de los casos, es decir, si ocurriera algo negativo, esto traerá su propia bendición, aprenderás y lo superarás.

  • Apuesta por tu bienestar y paz en lugar de tener la razón: los controladores luchan por demostrar que están en lo correcto agotándose y agotando a otros, ¿qué suma esto a tu vida? ¿Cuánto te beneficia?, se tu mismo por supuesto pero deja ser, lo que digan los demás no cambiará lo que eres a menos que tu lo decidas.

  • Comienza con un paso a la vez: ve soltando paso a paso, primero pequeñas tareas, y de allí vas avanzando, te asombrarás de los beneficios del fluir en la vida y de como te liberas de ese estrés que tanto daño de hace, verás que incluso muchas cosas salen mejor cuando no las planeas.

  • Aprender a confiar: y esto implica entender que no eres autosuficiente y que otras personas seguramente pueden aportarte porque la vida es un intercambio constante del rol de maestro y de alumno.

  • Cambia tu visión de la vida: deja de verla como un mar de peligros y enfócate en agradecer lo que te ofrece para aprender a vivir sin sentirte tan amenazado(a), y pronto disfrutarás de la gloria que te ocurran situaciones maravillosas que ni te habías imaginado.

  • Aprende a respetar y escuchar a los otros: así no coincida contigo, asúmelo como un experimento de descubrimiento de la diversidad más que de lucha por tratar que sean como tú.

  • Libérate de la presión del tiempo: las cosas no suelen ocurrir cuando quieres sino cuando toca que sean.

Hoy te invito de corazón a liberarte de la necesidad de controlar la vida porque no solo es un esfuerzo infructuoso sino que terminará enfermándote y dejándote solo(a), ¿quién quiere estar al lado de una persona controladora?

Con amor Liliana Castiglione Asaro Psicóloga


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